Sobre despedirse a distancia.
El texto a continuación se escribió a cuentagotas. Lo escribí para Amélie y para mí, para nuestra despedida y para mi memoria. Advierto que es largo y no es para todo público. Son frases a libre escritura que se se fueron construyendo al aire desde que estaba en Chicago y que llegaron a su fin aquí en mi nueva realidad. Así también es un texto a libre lectura. Que lo lea quien guste, que lo termine quien pueda, y, sobretodo, que lo entienda quien tenga con qué. Si usted no es partidario del pensamiento mágico y considera que la muerte de un perro es irrelevante por ser “sólo un perro”, le sugiero detener aquí su lectura. Un perrito querido nunca es “sólo un perro”; es el pedazo de vida que se lleva con él, los momentos compartidos, la compañía incondicional y el amor ídem. Los perritos queridos, sin importar el tamaño, dejan una ausencia que es millones de veces más grande que ellos. Lo que escribiré a continuación es un testimonio de un cierre de año emocionalmente sísmico, que