Días del Padre.
No tengo varias ni puedo darme el lujo de cambiarlas cada año para felicitarte. Contigo tengo una sola fotografía que resultó ser la muestra inequívoca de que algún día nos quisimos mucho, y para alguien que lo dudó por años, una sola imagen basta.
Mi manita sobre tu mano y una sonrisa que no miente porque es de niña, demuestran que alguna vez me sentí querida y protegida estando contigo. Hoy que tengo 43, después de tanto trabajo hacia adentro, una sola imagen basta para poder agradecerte por haber hecho lo que pudiste con lo que tenías; gracias por dejarme ser Verónica Gonsenheim, de nombre y de genes. Gracias por mi vida. Haré con ella lo mejor que pueda y esa, nuestra única foto, irá conmigo como uno de mis estandartes cuando dude de dónde vengo y hacia dónde voy.
Yo no sabía, pero te quiero mucho. Feliz Día del padre, papá.
Comentarios
Publicar un comentario