De por qué abandoné el juego...

Lejos de ser el resultado de diversas decepciones que generalmente llevan a las personas a volverse (o al menos intentarlo) "malas", mi proceso ha sido un tanto más complejo y me ha llevado paso a paso a la zona neutral.

Nunca he estado más lejos de ser mala.

Todo comenzó como aquella canción que dice "Solamente una vez..." y lo anterior no está sujeto a juicio ni opinión; es la pura verdad. Y no voy a echar el drama diciendo que nuuunca en la vida me voy a volver a enamorar y todas sus variantes de negación; eso es pa dolidos. Simple y sencillamente hay cosas que, como en la canción, pasan solamente una vez y al diablo lo que es del diablo.

Trás el inminente, necesario y dramático truene de aquella "vez" y como cualquier persona "normal", me volví momentáneamente "mala" y puse en práctica cuanta perrada dizque se me ocurrió, Resultado: Me enredé más de 3 veces en mi propio juego y como dicen por ahí, "Me salió más caro el caldo que las albóndigas" y sólo hice el vacío más y más grande.

Después de poco más de 2 años de jugarle al "Aquí mis chicharrones truenan" y de que mi plan terminara tronando como palomitas en microondas, decidí hacer una pausa y poéticamente me receté una estoica soledad; decisión que irónicamente recibió dos que tres intentos de boicot en donde comprendí que a veces la honestidad no es más que un adorno y que cuando alguien no quiere escuchar, no hay poder humano que lo logre.

Total que a un poco más de un año de aquella decisión me siento enteramente libre. Tengo una hueva indescriptible de jugar, de hacerle a eso de las estrategias y sobre todo tengo una necesidad creciente de decir la verdad pase lo que pase. Si algo o alguien me gusta, se va a enterar y si no, también. Estoy decidida a volverme una coleccionista de momentos, pero momentos en los que de verdad valga la pena invertirse.

Comprendí y acepté que yo no sueño con bodas ni hijos, sueño con viajes y fotografías mentales, sueño con caminar y tengo fe en que quizá logre encontrar a alguien que camine a un lado por el tiempo que sea adecuado; esto es de permanencia voluntaria; Punto. La palabra clave de este párrafo es "Quizá".

Estoy completamente enamorada, enamorada de una idea y voy a serle fiel. En estos meses comprendí, como lo le dicho tanto, que soy una controladora innata y un buen día decidí convertir ese control excesivo en auto-control y pensar antes de actuar cuando es necesario pero sentir antes de pensar cuando es irremediable.

Abandoné el juego simple y sencillamente porque aquí se juega con muchas reglas. 

Hoy me han vuelto las ganas de leer, de escribir, las ganas que son siempre el motor de todo. Sin duda esto es resultado de un proceso y no puedo contarles quien aparece justo al final del mismo porque entonces sí, tendría que matarlos.

*sonríe ampliamente*

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Verónica Gsm
Fanática de la utopía y cursi de clóset. Nómada. Creo en lo que no cree casi nadie y desconfío de aquello en lo que creen muchos. Mi alter ego se llama Violetta. Nunca me he enamorado a medias; me enamoro o no y cualquiera de las dos, se me nota. Algo Facebookera pero muy Twittera. Me gustan las historias ajenas y las frases sueltas. No corro, no grito y no empujo. Terca como mula y aferrada como capricornio. Cuando el mundo se me enreda, camino y si se me pone muy de cabeza, tomo una maleta y me voy a dar el rol. Tengo adicción por los mensajes de texto y/o las visitas inesperadas a deshoras de la noche; por NY, por San Cris, por los "chick flicks", por los libros de Angeles Mastretta y por los chocolates con mazapán de Sanborns. De vez en cuando practico el autoboicot. Escribir es el saco que me cobija y a veces ese saco le queda a alguien más.

Fologüers.