De Diez Mujeres...


Me declaro junkie de los libros de autoras latinoamericanas y Marcela Serrano es sin duda una de mis favoritas. Su libro "Lo que está en mi corazón" funcionó como una premonición y me enamoró de mi San Cristóbal querido incluso antes de haber puesto un pie ahí.

En este momento estoy un poco más allá de la mitad de su nuevo libro llamado "Diez Mujeres". Me topé con él justo cuando yo misma acababa de vivir una muy buena experiencia teatral con 8 idem y me sorprendió la similitud de la sinopsis con lo que en ese momento estaba pasando, pero esa... es otra historia.

"Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, comparten sus historias. Natasha, su terapeuta, ha decidido reunirlas en la convicción de que las heridas empiezan a sanar cuando se rompen las cadenas del silencio"

Desde hace años tengo la popular costumbre de subrayar los libros y lo hago porque creo que, además de resaltar lo que me pareció sobresaliente, esto constituye un referente futuro de lo que en ese momento me "vibraba". Finalmente cuando uno subraya una frase es porque esta ha tocado alguna campana interna y a lo largo de la vida y según las circunstancias, estas campanas pueden ir cambiando. Conocer su historial, me parece parte importante de la historia personal.

Por ejemplo, la primera vez que leí "La insoportable levedad del Ser" de Kundera, me pareció un libro aburrido y la protagonista un tanto idiota. Años después y evidentemente bajo otras circunstancias, me topé con la sorpresa de decir "La entiendo". En fin... 

El nuevo libro de Marcela Serrano es un tanto predecible desde el título pero sin duda alguna muy recomendable. Son 10 historias de mujeres con problemáticas distintas y con las que uno puede sentirse identificada al menos una o 3 veces. ¿Qué lo hace diferente a otros? Marcela Serrano.

A continuación comparto con ustedes algunas frases que están subrayadas en mi libro... por supuesto, con lápiz. 

"Es impresionante como tarde o temprano llega el impacto. No importa cuánto se ha demorado. Pensé ingenuamente que había logrado escapar del mal, sólo para encontrármelo de frente en forma avasalladora. No sé qué fue peor: vivirlo en su momento o revivirlo más tarde"

"Nunca más fui la misma, a partir de ese momento se rompió el relato que yo hacía de mí misma. Se partían y separaban las conexiones entre mi pasado, mi presente y lo que estaba por venir"

"Todo sobreviviente necesita ser capaz de hacerse cargo de sus recuerdos"

"Me impresiona como corremos todos a adherirnos a nuestro grupo, haciendo hincapié en lo que más nos diferencia de los demás. Para hacernos iguales"

"Brindo por lo único que de verdad poseemos: El presente"

"No hay fortaleza inexpugnables, sólo hay fortalezas que no han sido suficientemente asediadas"

"Cada día de mi vida, durante años, comulgué a él y él no lo sabía"

"No estoy sola cuando estoy sola"

"A medida que las mujeres cumplen años, descienden las expectativas y se conforman con hombres que en su juventud no habrían mirado dos veces. Las exigencias pasan a ser nulas. Se acaba la paridad. Si de verdad sintiera que tiene elección, ¿Lo habría elegido? Y así, veo a mujeres espléndidas con verdaderos tarados, todos muy contentos"

"Lo aterrador que era ver como un hombre lúcido e inteligente se transformaba en un idiota"

"Concesión... ¿Hasta dónde conceder sin vulnerar seriamente la identidad, sin perderse definitivamente el respeto?"

"En un viaje uno descubre cosas que en la vida diaria de la ciudad puedes bien esconder"

"En Inglés, la palabra HISTORIA se puede diferenciar entre la personal y la colectiva"

"El doctor habló de apoplegia, infarto cerebral. Da lo mismo. Lo importante es el resultado. Ella, la más activa, la que me enseñó a ser incansable, pasa los días sentada en el sofá esperando que ocurra algo"

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Verónica Gsm
Fanática de la utopía y cursi de clóset. Nómada. Creo en lo que no cree casi nadie y desconfío de aquello en lo que creen muchos. Mi alter ego se llama Violetta. Nunca me he enamorado a medias; me enamoro o no y cualquiera de las dos, se me nota. Algo Facebookera pero muy Twittera. Me gustan las historias ajenas y las frases sueltas. No corro, no grito y no empujo. Terca como mula y aferrada como capricornio. Cuando el mundo se me enreda, camino y si se me pone muy de cabeza, tomo una maleta y me voy a dar el rol. Tengo adicción por los mensajes de texto y/o las visitas inesperadas a deshoras de la noche; por NY, por San Cris, por los "chick flicks", por los libros de Angeles Mastretta y por los chocolates con mazapán de Sanborns. De vez en cuando practico el autoboicot. Escribir es el saco que me cobija y a veces ese saco le queda a alguien más.

Fologüers.