De esas veces que #sabesqueyavaliomadres

Creo que pocas veces en mi vida he cumplido tan naturalmente aquello de "Donde puse el ojo, puse la bala". La verdad es que en este caso específico puse el ojo desde el minuto uno en que el personaje se cruzó por mi vista y la verdad también es que no planeé demasiado como poner la bala; sólo pasó.

Con el escenario playero no es complicado pensar que la combinación de alcohol y ambiente haga de las suyas y regale el pequeño empujón necesario para que el ojo y la bala se combinen; resultado: contacto visual; y a mí cuando un hombre que me gusta me sostiene la mirada me pone en problemas, me saca el diablo y si además se atreve a sonreír, ¡pum! hago implosión y se me nota en los ojos. Tal cual pasó...

Después de periodos cada vez más frecuentes de contacto visual, todo desencadenó en un "Ahí viene" que apenas si escuché cuando su mano ya me estaba invitando a ir a la pista... #sabesqueyavaliomadres cuando te paras de la silla cual resorte y con una  sonrisa inmensamente ofensiva...

De la pista no nos despegamos en las siguientes dos horas...click! click! click! danger! danger! danger! Las mariposas en coma dan señales de vida y ni escucho cuando alguien me advierte: "Aguas; este sabe lo que trae puesto", quizá porque yo también lo noté y lo que traía puesto me gustó...

Bla, bla, bla, glu, glu, glu... A eso de las 4 ó 5 am, el evento se vuelve lounge y la pregunta y/o chiste recurrente es: "¿Me estás coqueteando?". La respuesta es clara pero resulta divertido jugar con ella; coqueteo implícito, adrenalina segura... #sabesqueyavaliomadres

Y justo cuando uno de los hemisferios (el más femenino de ellos) del cerebro dice "pfff... esto fluye bien", la tecnología hace lo suyo y de reojo me topo con un fondo de pantalla que es una foto del personaje aquel y otro personaje del sexo femenino al cual, tras corroborar, denominaremos "novia"...kaboooooom!!!!! #SABESQUEYAVALIOMADRES 

Y confieso que entonces, un tanto en defensa propia, sale a relucir la pseudo femme fatale que llevo dentro. Cualquier cosa que pase a partir de ahí ya no va a ser tan honesta y casi puedo augurar que al final quizá hasta me arrepienta, pero eso es lo último que se me va a notar ...the fastball that needs control... 

Y de pronto todo gira bajo un discurso interno basado en el "Si a ti no te importa, ¿por qué debería importarme a mí?" El switch de la razón se apaga, el Ello se enciende en luz neón y siento una casi incontrolable necesidad de jugar, por el puro gusto...

En ese momento no importa nada y fácilmente me enfrasco en una situación cuyo camino y probables desenlaces conozco; y es así como todo se vuelve un guión casi predecible. En una introspección barata podría decir que lo hago para restarle importancia a algo que comenzaba a parecerme interesante; como si con eso sintiera que jugamos en la misma cancha, entre iguales; como si con eso quedáramos a mano...

La cantidad de veneno que busque obtener dependerá de la víctima en cuestión y una vez conseguida me despido.

El problema puede ser si te das cuenta que esa "víctima" de veras te gustó; entonces SI #sabesqueyavaliomadres; pero dicen que en el plano de la realidad todo es sólo un punto y aparte y el juego simple y sencillamente vuelve a comenzar...

"Whenever you cross a border, the game will be the same but the rules will be different" B&M

Comentarios

  1. Una canción de los 80's decía ♫... Juegas a no peder, y pierdes todo al ganar ♫

    Saludos

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  2. Es correcto, que digo correcto, correctísimo, mi querido Deivid!!

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Chocolates!

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Verónica Gsm
Fanática de la utopía y cursi de clóset. Nómada. Creo en lo que no cree casi nadie y desconfío de aquello en lo que creen muchos. Mi alter ego se llama Violetta. Nunca me he enamorado a medias; me enamoro o no y cualquiera de las dos, se me nota. Algo Facebookera pero muy Twittera. Me gustan las historias ajenas y las frases sueltas. No corro, no grito y no empujo. Terca como mula y aferrada como capricornio. Cuando el mundo se me enreda, camino y si se me pone muy de cabeza, tomo una maleta y me voy a dar el rol. Tengo adicción por los mensajes de texto y/o las visitas inesperadas a deshoras de la noche; por NY, por San Cris, por los "chick flicks", por los libros de Angeles Mastretta y por los chocolates con mazapán de Sanborns. De vez en cuando practico el autoboicot. Escribir es el saco que me cobija y a veces ese saco le queda a alguien más.

Fologüers.