Checklist.
Querido Diario:
Hoy vi pasar por alguna red social algo que iniciaba diciendo "Las mujeres a mi edad…". Cada que leo esos inicios siento el imperante deseo de tachar el "las" y cambiarlo por "algunas", pero uno no puede ir por su TL editando lo que lee para que suene como uno quiere.
En fin, lo que seguía a la frase introductoria era una checklist que incluía 5 ó 6 cosas que la autora considera importante encontrar en una pareja. Y entonces tomé mi posición de Carrie Bradshaw "y me pregunté": Hoy, a mis 39, a las puertas del 4o piso, ¿tengo una checklist?
Efectivamente, creo que la edad es un factor importante. Habrá para quienes la lista se haya hecho más grande con los años, la experiencia y los traumas, pero creo que en mi caso la checklist del "no quiero" se ha ensanchado mucho más que la del "quiero".
Me remonto a mis años mozos (y hablo con mamonería para que quede claro que soy una anciana) y pienso que de chavita el físico era uno de los puntos importantes. Lo cierto es que TODAS queríamos tener un novio guapo, y aunque claro que caí en la trampa de que me gustara el más popular, debo decir que el que fueran o no guapos, para mí nunca fue realmente prioridad.
El punto es que soy una ridícula que suele enamorarse de cosas raras (no mis ex, sus características... Creo), y cuando digo esto pienso en aquella línea de "Comer, rezar y amar" en la que la autora del libro habla de su enorme capacidad para esperar siempre que sus parejas se convirtieran en la mejor versión de sí mismos. Así más o menos yo, o como la canción de Jarabe de Palo: bonito, todo me parece bonito.
Y pues no, no tengo checklist de lo que quiero para volver a aventarme a la bonita aventura de compartir mi vida, pero la checklist de lo que no quiero sí existe, y aunque no es larga sí es concisa, un tanto excluyente y muy clara, porque con el tiempo uno también aprende por donde ya no debe pasar.
Por otro lado, es muy fácil trabajar en hacer una checklist de lo que idealmente debe tener el otro, pero no estoy segura de que nos hayamos puesto a hacer la lista de lo que nosotros estamos dispuestos a ofrecer. Y no se trata de entregársela al primer incauto que parezca buen candidato, se trata de conocerla y tenerla presente para no andar llenando de palabras a otro, sobre todo de palabras que no vamos a poder cumplir, aunque queramos.
Ahora bien, en cuanto a la checklist de lo que sí quiero, en realidad creo que ni existe; con todo y todo todavía tengo ganas de que la vida me sorprenda. Aunque ya si de desear se trata, lo que deseo a mis 39 es algo bien simple: Deseo que mi siguiente cómplice sea alguien más valiente que yo.
Y ya.
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